La alineación parental, tambien conocida como SAP, puede ser definida como aquel proceso mediante el cual el progenitor custodio pretende programar al menor para una forma injustificada odie al progenitor no custodio, tras el proceso de divorcio o separación de la pareja, de tal manera que el menor se negará a pasar tiempo con el progenitor no custodio o mantener el contacto tanto físico como telefónico con el mismo.
Existen tres niveles de síndrome de alienación parental:
Nivel leve: En este nivel, suele ser que entorpezca en la relación entre el progenitor no custodio y el menor sea precisamente el progenitor alienador. Claro ejemplo de la manifestación de este nivel serian los continuos cambios en los horarios de visitas, cambio en las normas preestablecidas para las mismas o la justificación de que el menor no quiera acudir a las visitas con el progenitor no custodio.
Nivel moderado: Aquí es el propio menor el que manifiesta de forma clara el rechazo hacía el progenitor no custodio negándose a pasar tiempo con el mismo manifestándole su deseo de no pasar tiempo con él, ni de mantener ningún tipo de contacto e incluso llegando a manifestarle que no siente por el mismo ningún tipo de cariño.
Nivel grave: El menor no quiere saber nada el niño no quiere saber nada del progenitor alienado, incluso pudiendo llegar a hablar de fobia, por lo que el contacto entre ambos sería inexistente y por lo tanto desaparecería todo tipo de relación entre ambos .
Algunos de los síntomas que nos pondrían de manifiesto que nos encontramos ante una situación de alineación parental serían los siguientes:
- Desprecio hacia la ex pareja en presencia del menor.
- Impedimento para el cumplimiento del régimen de visitas.
- Mentiras a los niños sobre las situaciones que han vivido, llegando incluso a insunar casos de abusos sexuales o maltrato.
- Otorgar al menor un premio cuando tenga una actitud despectiva hacia el otro progenitor.
- Modificación de los sentimientos del menor hacia el otro progenitor.
- Presentación de la nueva pareja del cónyuge custodio como su nueva madre o padre.
- Olvidarse de avisar al otro progenitor de citas importantes (médicos, actividades extraescolares).
- Intentar cambiar los apellidos y nombres de los menores.
- Irse de vacaciones y dejar al menor a cargo de otra persona aun cuando el progenitor no custodio esté disponible para hacerse cargo del menor.
- Amenazas con castigos a los menores en el caso de que se pusieran en contacto con el progenitor no custodio.
Todas estas situaciones conllevan a que el menor pierda la relación paterno- filial que debe existir entre todo progenitor y sus hijos, privando al progenitor perjudicado de los derechos y deberes que como padre le corresponde.
Los derechos de los que se ven privado los progenitores serian los siguientes:
- Cuidar y educar a los menores.
- Tomar decisiones importantes relativas a los menores.
- Régimen de visitas amplias en el caso de que no ostente el papel de progenitor custodio.
- Comunicación telefónica cuando el menor no se encuentre con él.
- Disfrutar de periodos vacacionales con los menores.
Desde nuestro despacho de abogados creemos que merece la pena luchar por esos hijos y evitar así la alineación parental.